1) La
biodegradabilidad y compostabilidad de las bolsas y, en general, del packaging es evaluada por medio del Estándar Europeo EN 13432.
2) La mayor parte de los
biopolímeros utilizados para fabricar las bolsas son también biodegradables en el suelo y aplicados en la fabricación de mulch film biodegradable para la agricultura.
3) El doble uso (primero como bolsa de
compra y luego como bolsa para residuos) favorece la recolección y reciclaje y disminuye el arrojo de basura.
4) Estudios
indican que las bolsas compostables que responden a la normativa EN 13432 se degradaran en el medio ambiente marino en un tiempo relativamente
corto.
5) Las bolsas
fabricadas con plásticos biodegradables pueden ser enviadas a reciclaje mecánico de plásticos tradicionales hasta una concentración del 10%.
6) De “base
biológica” vs “biodegradable” es un tema mal diferenciado. Biodegradabilidad y el ser
renovable son dos conceptos diferentes.
7) La sustitución
total del mercado europeo actual de bolsas mono-uso con las bolsas biodegradables requerirá como máximo el 0,06% de la totalidad de la tierra destinada a
agricultura en Europa (en el peor de los casos).
8) Los recursos
energéticos no renovables requeridos para la producción de plásticos biodegradables y compostables es menor que el benchmark del sector.
9) Las bolsas biodegradables y compostables no contribuyen a la formación de biogas en los rellenos sanitarios (el biogas es un poderoso gas de efecto invernadero si es liberado a la atmosfera).
10) Cuando las bolsas biodegradables son sujetas al reciclaje orgánico se forma CO2, agua y compost. El compost es un mejorador de suelos y su utilización es de suma importancia para mantener la fertilidad de los mismos.
Fuente: Sitio web de Novamont SpA
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